martes, 24 de noviembre de 2015

Enfermedad del Chaga


La enfermedad de Chagas es una parasitosis provocada por un protozoo, el minúsculo Trypanosoma cruzi. 



Este parásito afecta a distintos mamíferos de América Central y del Sur. Se transmite al ser humano por la picadura de unos insectos de la familia Reduviidae (redúvidos), vulgarmente conocidos como chinches selváticos, que contraen el parásito cuando pican a un animal o persona infectados.
Los redúvidos viven en las grietas y hendiduras de casas en malas condiciones o mal construidas de América del Sur, de zonas rurales de Cen-troamérica y de México. Tradicionalmente la enfermedad de Chagas sólo afectaba a las gentes pobres que habitaban en estas zonas rurales. Sin embargo, entre las décadas de 1970 y 1980, se produjo en Latinoamérica una gran migración del campo a la ciudad, que llevó consigo la enfermedad. En las ciudades comenzó a propagarse mediante transfusiones de sangre contaminada. Aunque es poco corriente, la mujer embarazada también puede contagiarla a su feto. Se calcula que la enfermedad de Cha-gas mata a unas 50 000 personas al año.
Síntomas:
La enfermedad de Chagas tiene tres fases: aguda, indeterminada y crónica.
Fase aguda Generalmente, la enfermedad se contrae de niño. La mayoría de los afectados no presentan síntomas, tras la inoculación del protozoo pero algunos sí tienen fiebre y se les inflaman los ganglios linfáticos y la zona que rodea a los ojos, si es a través de éstos por donde el
parásito penetró en el cuerpo. Los síntomas desaparecen normalmente a las 4 o 5 semanas. En casos excepcionales se pueden sufrir convulsiones y daños en el corazón. En personas con sistemas inmunitarios débiles, como los enfermos de sida, la fase aguda puede volver a manifestarse de forma mucho más grave.
Fase indeterminada El parásito todavía habita en el organismo pero no causa síntomas. Esta fase puede durar toda la vida en la casi totalidad de los infectados.
Fase crónica Cerca de un tercio de los infectados presentan síntomas más serios entre los 10 y 20 años después de contraer la enfermedad. Los problemas más comunes son:
– agrandamiento y debilitamiento y fragilidad del corazón, afección conocida como miocardiopatía;
disritmias ventriculares—variedad de latidos irregulares que pueden provocar la muerte súbita;
– megacolon—dilatación del colon (intestino grueso) que puede causar estreñimientoextremo y que requiere tratamiento quirúrgico;
– agrandamiento del esófago (el tubo que transporta alimento de la garganta al estómago), que dificulta la ingestión de comida.
Diagnóstico y tratamiento:
En la fase aguda, los parásitos son perceptibles en la sangre cuando ésta se examina al microscopio. En las fases posteriores, el diagnóstico es más difícil, por lo que se necesita toda una variedad de análisis de sangre, En la fase aguda, los parásitos pueden eliminarse con un tratamiento medicamentoso de varios meses. No se ha comprobado que exista una cura para las fases posteriores, por lo que en esas fases los médicos procuran más bien tratar los síntomas del daño orgánico producidos por los parásitos.
Medidas de prevención:
Varios países de América Latina están llevando a cabo una campaña de erradicación de la enfermedad de Chagas. Recurren a pesticidas para combatir a los insectos que transmiten la enfermedad y mejoran el nivel de la vivienda, de modo que los insectos no puedan esconderse en paredes con grietas y en techos de paja. También se intenta llevar un control más rígido de las reservas de sangre donada.
Esta campaña es más intensa en los países del cono Sur: Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. En esta región los contagiosos niños y adolescentes se habían reducido ya cerca del 70 por ciento a finales de la década de 1990.
Quienes tengan que viajar a sitios donde es común la enfermedad de Chagas deben utilizar repelentes de insectos (en forma de pulverizador).

De ser posible, evitarán dormir en casas de barro, adobe o con techos de paja y procurarán usar mosquiteras por la noche.

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